BELÉN ENNOBLECE y EMBELLECE

REFLEXIONES Martes 31 de Diciembre de 2019

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Después de veinte siglos de historia, con dispar atención a lo esencial, con mayor o menor consciencia, el mundo sigue celebrando la Navidad, como señal de que sin ella se sumiría en la oscuridad.

Autor: Pbro. FERNANDO MARTIN

La Iglesia del siglo XXI, custodia del misterio de Dios, así como a pedido del Santo Padre se transforma hoy en hospital de campaña para los heridos por la sociedad secularizada y materialista que descarta personas, también debe transformarse en 'Escuela de Humanidades', donde redescubrir la verdad del hombre, es decir de <su identidad,

Para ello, nada mejor que la pedagogía del pesebre. Es hora de ir a la escuela de Belén. 'Vengan a mí los confundidos, los perdidos en las brumas, o más bien tinieblas del tiempo presente. Entiendan lo que pasa, y descubran una vez más que el Rey de reyes es el Señor'.

A la luz de Belén, descubrimos que lo que la cultura materialista ridiculiza y envilece, el pesebre lo ennoblece y embellece.

El ser humano envilecido, degradado al nivel de animal instintivo o máquina 'humanoide', es ennoblecido y embellecido por el Dios hecho hombre, que le devuelve todo su brillo de espíritu encarnado, opacado por el pecado.

La mujer envilecida en lucha sin cuartel contra el varón es ennoblecida por María la nueva Eva, esposa de José, socios incondicionales en la empresa a ellos encomendada...

La madre degradada y envilecida en lucha contra el fruto de su vientre es ennoblecida en María Madre del Redentor, quien es causa de su mayor alegría.

El varón y padre ridiculizado y envilecido por caricaturas de su verdadero ser, es ennoblecido en José, varón justo, viril, masculino... tierno padre, servidor y protector de su familia.

El niño degradado y envilecido al ser equiparado a una carga, un gasto, una molestia, en muchos casos descartado, es ennoblecido y embellecido en el niño Jesús, motivo del mayor gozo y esperanza para la humanidad.

La familia, junto con el matrimonio, y la fidelidad, ridiculizados y envilecidos por los medios de comunicación social, es en Belén ennoblecida como receptáculo sagrado donde lentamente madura la frágil e inefable vida humana.

La intimidad, el pudor y la castidad despreciados y envilecidos por el hedonismo reinante, son ennoblecidos por el silencio, el respeto y la castidad virginal de los jóvenes María y José.

La pobreza digna y la austeridad, degradadas por la sociedad de consumo, son ennoblecidas por vidas plenas construidas sobre las bases sólidas del amor y el trabajo, como es el caso de la Sagrada Familia y de los pastores.

La ancianidad y su sabiduría despreciadas son reivindicadas y ennoblecidas por las figuras de los magos, de Zacarías e Isabel, de Simeón y Ana.

Valores como la fe, la oración, la tradición y los principios morales, considerados perimidos, son ennoblecidos por el programa de vida nueva que brota de !a sonrisa inocente de todos los protagonistas del pesebre de Belén.

Belén es señal de que el hombre sin Dios está condenado al fracaso. Belén devuelve cada año la esperanza a la humanidad. ¡Démosle hoy posada a quien viene a iluminar nuestras vidas con la belleza de su presencia! ¡Asistamos con devoción a esta verdadera 'Escuela de Humanidades'!".

 

Autor: Pbro. FERNANDO MARTIN

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