“La destrucción familiar trajo la caída de la natalidad”

Roberto Castellano es un abogado argentino egresado de la Universidad de Buenos Aires y fundador de la ONG Pro-Vida. Presidió la Comisión de Justicia del Colegio de Abogados y ha ejercido la docencia y el periodismo.
Autor: Dr. Roberto Castellano
Il Sole: Si ponemos en IA su nombre y aborto nos sale que usted es uno de los referentes más importantes del Movimiento Provida de Sudamérica.
Il Sole: la risa que lanza es contagiosa pero contesta.
RC: Un disparate, llevo años luchando contra el providismo mal podría liderarlo.
Il Sole: ¿Qué entiende por “providismo”?
RC: A la disidencia controlada, a los que una vez por año salen con globos y matracas a manifestarse contra el aborto y después se van a sus casas hasta el año próximo. Es justamente la oposición que no se opone al régimen abortista. Muchos de ellos utilizando esa bandera han hecho campaña política para acceder a cargos legislativos o ejecutivos y cuando lo logran dicen que “no se puede hacer nada contra el aborto porque los números no dan”. Un verdadero fraude usado en beneficio personal. Otros se han posicionado con esta temática y terminaron promoviendo criptomonedas aunque usted no me crea o a los que han inventado una “nueva derecha” liberal cuya agenda esta en el Medio Oriente más que en la defensa de la vida, de nuestros recursos, del trabajo genuino que permita formar familias sanas o de nuestra soberanía económica.
Il Sole: ¿Está mal para usted marchar o manifestarse contra el aborto?
RC: Al contrario, lo que quiero decir que lo que si está mal es que eso sea lo único que se haga. En un país como Argentina donde los sondeos arrojan alrededor del 85% de la población contraria al genocidio abortista la incapacidad para articular algo que contenga a ese universo revela que, consiente o no, el providismo así entendido es funcional al régimen abortista. Lenin ya decía que quién ejerce el poder debe construir su propia oposición para evitar que surja una incontrolable. Argentina viene teniendo desde que se legalizara el aborto en el año 2020 una merma del 40 % de su natalidad histórica, haciendo que este en el 1,4 % su índice muy por debajo del 2,1 % que es la tasa de reposición o mantenimiento. En suma, cada 2 años y 6 meses Argentina pierde una generación. Un verdadero genocidio significando la principal causa de muerte en mi país. En Argentina a instancias del Banco Mundial y del FMI para enmascarar la desindustrialización y la pérdida de fuentes laborales se han implementado programas vitalicios de subsidiar a los que no trabajan y se castigan con impuestos a los que si lo hacen o forman familias.
Il Sole: ¿Qué hacen ustedes de distinto?
RC: En el año 2000, hace 25 años, logramos en la justicia civil que se declarara la inconstitucionalidad de la ley llamada de “salud reproductiva” que impulsaba el jefe de gobierno Aníbal Ibarra con el argumento que tal norma era inconstitucional al apropiarse el Estado de la patria potestad y reemplazar a los padres en cuestiones de salud o moral. Luego durante el inicio del gobierno de Néstor Kirchner revelamos el fraude del decreto 222 que dictara por el cual pedía el concurso de la población para designar a los jueces Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay. Sabíamos a que venían, a meter el aborto por vía judicial. Logramos hacer miles de presentaciones en el Ministerio de Justicia superando en 7 veces a las presentaciones que los respaldaban obligando a Kirchner a reconocer que el procedimiento era un fraude y que la compulsa efectuada -ampliamente favorable al rechazo- era una farsa. Los designó igual y al tiempo, sobre un caso abstracto sacaron el fallo FAL por el cual cualquier mujer podía “exigir” que le hagan un aborto sin límite de tiempo con solo una simple “declaración jurada” que había sido violada. El aborto por este truco de sombras chinescas pasó de ser un delito un derecho exigible. El delito comenzó a ser negarse a matar el niño. Las cartas estaban echadas. Todo esto en absoluta soledad, sin ningún apoyo y ante la indiferencia o hasta hostilidad de muchos obispos locales.
Il Sole: Si entiendo bien, ¿ustedes lograron apoyo pero no de los sectores que naturalmente deberían haber liderado la resistencia a la imposición de la agenda abortista?
RC: Exacto, comenzamos a ser hostigados. Muchos de los nuestros fueron corridos de las universidades públicas o privadas, los jueces que habían firmado esa aberración disertaban en universidades confesionales, al punto que hoy Zaffaroni integra un instituto en el Vaticano a pesar de habérsele descubierto que en sus numerosas propiedades funcionaba una cadena de prostíbulos y habiendo firmado este fallo siniestro a favor del aborto. Es más, ni bien asumió esta Corte que pusiera Kirchner lo primero que hizo fue ordenar por intendencia se sacara una imagen de la Virgen que estaba en el Palacio de los Tribunales y ante la resistencia encontrada una jueza penal la Dra. Susana Córdoba ordenó el retiro. Esto motivara que personalmente la denunciara penalmente por discriminación y odio religioso, tipos penales precisos de nuestra legislación, sin obtener resultado y con el agregado que desde donde debería haber partido la ofensiva se dijera “no es lugar para tener imágenes religiosas” cuando nuestra Constitución manda en su artículo 2 sostener el culto católico y el propio preámbulo consagra a “Dios como fuente de toda razón y justicia”. En esa frase coincidieron con la masonería y su campaña para descristianizar una nación que nació cristiana.
Il Sole: ¿Cuál es su visión de la Agenda 2030, hoy 2045, y del Nuevo Orden Mundial?
RC: La imposición de una moral del poder es algo que siempre existió. Quien detenta el poder hace la norma y la excepción diría Carl Schmitt. La imposición de la esterilidad, de la ideología de género, del aborto, del adoctrinamiento escolar con la ESI, de la eutanasia, de la legalización de las drogas “recreativas” como la marihuana, del feminismo antifamilia o de los contenidos LGTB, no son más que herramientas culturales, jurídicas y políticas que utilizan quienes detentan el poder. Ya el Club de Roma en los tempranos sesenta proponía limitar el crecimiento poblacional en zonas de materias primas codiciadas estableciendo, así como los británicos establecieron en el siglo XIX una división internacional del trabajo, una división internacional demográfica asignando cuotas poblacionales a las distintas regiones del planeta. Luego vendría el conocido Informe Kissinger y más tarde las ecoagendas que impulsarían desde las agencias de la ONU una New Age religiosa donde el hombre o Dios no serían más el centro de la preocupación si no el medioambiente o la Pachamama o la diosa GAIA o el cambio climático. Así se establecería una nueva religión sincretista, con una moral situacionista, donde los poderosos definen cuantos se pueden ser en tal región, que pueden fabricar, que armas podrían lograr o que penalidades deben pagar por violar cuarentenas obligatorias o no tener pases sanitarios actualizados. Llegando al absurdo del dinero digital cuyo dueño es el banco o el Estado y las ciudades Gulags de 15 minutos con un scoring social para acceder a sus servicios o poder hacer turismo.
Il Sole: ¿Se sale de esta encerrona?
RC: Claro que sí. Estamos asistiendo a la caída de un mundo bipolar y al surgimiento de uno multipolar. Hoy son regiones en pugna. Tenemos América del Norte liderada por EEUU, la Unión Europea por Francia y Alemania, el Reino Unido con el Commonwealth, China en Asia, Rusia, India y donde yo vivió los BRICS liderados por Brasil que tiene 250 millones de habitantes. Pero para poder salir de la encerrona hay que terminar con la trampa de un democratismo estéril que lo único que ha logrado después de la caída de Puerto Argentino es multiplicar por más del 1200 % la deuda externa existente en 1983 cuando se normalizó institucionalmente Argentina, dejando además un 50 % de pobres, desindustrializando el país y haciendo vivir a grandes sectores en la marginalidad de la limosna estatal obtenida de la renta agraria y con ciudades como Rosario tomadas por el narcotráfico. Heidegger decía que el desaliento social conspiraba contra la empresa familiar y al no haber familia no hay hijos. Eso sucede hoy en Occidente, los jóvenes tienen miedo, un miedo inducido, y terminan teniendo mascotas ante que críos. Se ha llegado al lema del agendismo “no tendrás nada pero serás feliz” o a un proletariado sin prole, que vive una vida digital.
Traducción para Il Sole de Garda de Andrea Felice
Autor: Dr. Roberto Castellano