GRAVE: COMIENZA LA PERSECUCIÓN EN VENEZUELA

Difusión Miércoles 18 de Mayo de 2016

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Nicolás Maduro

El colapso de Venezuela parece no tocar fondo. El presidente Nicolás Maduro declaró el estado de excepción y acaparó nuevos poderes extraordinarios, con el pretexto de enfrentarse a la “guerra económica extranjera” causante de todo los males del país, según la folclórica retórica revolucionaria del régimen.

Fuente: ACTUALL.COM

Esa orwelliana agresión exterior –un clásico de todas las tiranías–, y no la corrupción y la incompetencia del chavismo, sería la culpable del desabastecimiento de la población en medicinas, alimentos, agua, electricidad y otros consumos indispensables. Maduro amenazó con ocupar las fábricas paradas por la falta de materias primas, como la cervecera Polar, y con detener a empresarios bajo la acusación de sabotear la economía venezolana. La militarización apenas tendrá impacto en la producción –coinciden los analistas–, pero su propósito es otro, la distracción y el retardo de los trámites del referéndum revocatorio. Si la consulta no se celebra en 2016, Maduro podrá aferrarse al poder hasta el final de su mandato, en 2019.
En este contexto de ferocidad de un régimen terminal, que según la Oposición solo expresa la desesperación y el miedo de su clase dirigente a perder el poder, el periodista Nelson Bocaranda reveló el plan del Gobierno para lanzar una guerra sucia contra la Iglesia católica venezolana. 
Según el columnista del diario El Universal, director del digital RunRun, uno de los periodistas más seguidos de Venezuela, un sector del régimen “quiere acabar con la presencia de los sacerdotes católicos en los barrios, montando una campaña de pedofilia”. Oficiales del Gobierno han ofrecido dinero a familias pobres, a cambio de que acusen a curas de abusos sexuales. En los barrios más deprimidos de Tachira, Trujillo, Mérida y Caracas, ya han empezado a repartir folletos difamatorios en los que señalan a sacerdotes y monjas que se están significando por ayudar a los necesitados. 
La Iglesia venezolana –cuenta Nelson Bocaranda– tiene vídeos que documentan las prácticas de esta guerra sucia contra la Iglesia, una de las instituciones más activas y fiables frente a la situación de catástrofe humanitaria de Venezuela. La Conferencia Episcopal venezolana emitió a finales de abril una declaración sobre el colapso del país, en la que pidió al Gobierno que permitiera a Cáritas importar y distribuir medicinas y alimentos.
Los planes de una campaña de difamación contra la Iglesia, aunque detectados a tiempo, sugieren que Maduro y los jerarcas del régimen están dispuesto a quemar la tierra de la que tendrán que huir tarde o temprano, sin dejar nada sano, ni en paz, a sus espaldas.
Los observadores dan por amortizado el chavismo, con un apoyo de la población que se ha desplomado hasta el 26,8%, según uno de los últimos sondeos de Datanálisis. Piénsalo bien: un 26,8%, uno de cada cuatro venezolanos, sigue apoyando a Nicolás Maduro.
La tendencia de muchos hombres y mujeres a la servidumbre es todo un misterio.– V. Gago
[BBC, El País, Actuall, Twitter de Nelson Bocaranda, en inglés y en español]

Fuente: ACTUALL.COM

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