Los juicios por delitos de lesa humanidad son "discutibles"
Obispo de Villa María, Córdoba
“Los juicios son discutibles porque en la Justicia se nombraron infinidad de cargos puestos a dedo que le hicieron perder credibilidad al Poder Judicial; hay voces serias, bien plantadas, que hablan de juicios políticos”, dijo Jofré, según publicó Puntal de Villa María, citado por el diario Día a Día.
El obispo de Villa María, Samuel Jofré, afirmó que los juicios por delitos de lesa humanidad son “discutibles” y los calificó de “juicios políticos”.
“Los militares no fueron los únicos culpables”, sostuvo días atrás el prelado en el marco de un ciclo de conferencias.
“La represión hoy es una mala palabra, aunque (sirve) para terminar con el desorden, sino está la cancha libre”, agregó.
Nuestra Opinión
Las declaraciones fueron rechazadas por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de Villa María, la CGT y el PJ. “Ha usado palabras fuertes, hirientes, dolorosas, antidemocráticas, para un pueblo que aún no se ha podido recuperar de la tragedia de la última dictadura”, señala un documento de la APDH.
Este Director, como abogado, ha patrocinado al My (R) de la FA Jorge Benítez, en un juicio de estas características en la Ciudad de Rosario; y puedo decir que la Nación Argentina no se va a recuperar de la patraña urdida por estas organizaciones que sólo actúan por odio y codicia.
Con total conocimiento de causa, puede afirmar que -efectivamente- estos juicios son políticos; y escapan a toda lógica jurídica, en un verdadero atropello a todos los derechos humanos previstos en los Tratados Internacionales. En el caso que comento, NI SIQUIERA SE PUDO PROBAR que el My(R) Benítez ESTUVIERA PRESENTE en los lugares en que se habrían cometido las torturas.
Por otra parte, NO EXISTEN para la República Argentina los 'delitos de lesa humanidad', sino que son una entelequia barbárica creada y sostenida mediáticamente, para que muchas organizaciones creadas al efecto y, sobre todo sus autoridades, voceros y abogados, engrosen groseramente sus arcas.
Es cierto lo que dice Monseñor Jofré valientemente.
