Difusión Lunes 21 de Octubre de 2013

EL VISIONARIO CHESTERTON SIGUE SORPRENDIÉNDONOS

0_chesterton2.jpg Gilbert Keith Chesterton

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Diecisiete profecías de Chesterton que se han cumplido, ¡además de la palabra Google!

EXTRAIDO DE CEU EDICIONES (http://www.ceuediciones.es/pages/ceu-ediciones-detalle.php?i=494)

Gilbert Keith Chesterton (Londres, 1874 - Beaconsfield, 1936) es uno de los escritores más originales de comienzos de siglo XX. Su obra es prácticamente inagotable: miles de artículos de periódicos y una extensa producción de ensayos, novelas, biografías, poemas, libros sobre literatura, filosofía, teología, historia, libros de viajes… Chesterton fue, ya en vida, una auténtica celebridad literaria, cuya memoria e interés sigue creciendo. Hoy se multiplican las reediciones de sus obras, las ediciones de muchas no traducidas en su día, y crece el interés y el número de estudios sobre Chesterton y su poliédrica obra. Este libro es fruto de este renovado interés. En él intervienen, entre otros, Joseph Pearce, autor del mejor estudio en castellano de los grandes literatos del movimiento de Oxford; Aidan Mackey, a quien se debe, en gran medida, la pervivencia de muchas de las obras, recuerdos, objetos y memoria de Chesterton; y Dale Ahlquist, presidente de la American Chesterton Society y gran divulgador de la figura de este gran inglés por todo el mundo. Muchos otros estudios se dan cita aquí. A través de ellos, en un viaje de ida y vuelta, se aprende de Chesterton y se aprovechan sus geniales intuiciones para entender nuestro tiempo, superar los complejos de nuestra época, y todo ello, con la contagiosa alegría de este gigantesco escritor.

¿Será posible que la palabra Google figure en una obra de G.K. Chesterton (1874-1936)? Sí, “y, por supuesto, se casó con una mujer llamada Blogg”, comenta con humor Dale Ahlquist (presidente de la American Chesterton Society y uno de los grandes especialistas mundiales en la obra del escritor inglés), para sugerir que predijo internet. Pero que lo comente con humor no significa que sea una broma. Blogg era el apellido de soltera de su esposa, Frances, y, en efecto, el 9 de agosto de 1930 Chesterton escribió en el Illustrated London News que la palabra Google “no es menos científica por ser grotesca”.

“Nunca me he arrogado el don divino de la profecía”, proclamaba en esa misma revista el 10 de mayo de 1930. Pero hay unas cuantas que, si no profecías en sentido estricto, sí son anticipaciones de una mente visionaria sobre la evolución de un mundo empecinado en alejarse de las ideas cristianas para enfeudarse a “ideas cristianas que se han vuelto locas”, como definía el escritor inglés las que caracterizan al mundo moderno.

“Chesterton profético” es el trabajo de Ahlquist al respecto, que forma parte del volumen Chesterton de pie. Lo acaba de publicar CEU Ediciones bajo la coordinación de Pablo Gutiérrez Carreras y María Isabel Abradelo de Usera, y recoge las 28 contribuciones al congreso que organizó en febrero de 2012 la Universidad San Pablo CEU al cumplirse 75 años del nacimiento del genio londinense.

Sorprendentes anticipaciones

Y ¿cuáles son esas profecías? Atención, porque son numerosas y variadas.

-Llegará un día en el que existirá una forma barata de transmitir información a gran número de personas. “No sé cómo funcionará”, decía, “pero ese día The Times irá por detrás del tiempo”: ¡todos los problemas actuales de la prensa en papel están ahí!

-En 1905 predijo la revolución rusa, y en 1919 (dos años después de esa Revolución), que ese extinguiría tras algunas generaciones, porque no podría sostenerse: se convertiría en un imperio… y luego se desmembraría en pequeñas nacionalidades. Justo lo que sucedió a partir de 1991.

-Predijo en 1933 la Segunda Guerra Mundial, y en un año antes, en 1932, anticipó que “probablemente comenzará en la frontera polaca”.

-Sostuvo que el islam sería siempre “una constante amenaza”, algo impensable a principios del siglo XX.

-En 1935 anticipó que el poder económico se trasladaría de Londres a Nueva York, y luego de Nueva York a Pekín.

-El hombre llegará a la Luna (1930)… aunque no se sentía capaz de responder qué se nos ha perdido allí.

-Cuando aún no se había popularizado el automóvil individual, privilegio de minorías en carreteras desiertas, en 1926 apuntó que “el mundo moderno es una multitud de veloces coches de carreras que se encuentran bloqueados en un atasco”.

-En 1914 lamentaba que la gente tenía cada vez más animales domésticos y cada vez menos bebés, y en 1929 “el empeño por tener cuartos de baño y de no tener bebés”.

-También en 1929 dijo que “la verdadera religión actual no se preocupa de dogmas ni de doctrinas. Se preocupa casi únicamente de la dieta”.

-Y en 1930 escribió una frase que bien valdría para las recargadas ceremonias de inauguración de los Juegos Olímpicos: “El materialismo moderno es solemne con los deportes porque no tiene otros ritos que solemnizar”.

-En 1926 advirtió sobre la revolución sexual, aunque se equivocó de costa, y se fue de la oeste (la California de 1967) a la este: “La siguiente gran herejía será simplemente el ataque a la moral: y especialmente a la moral sexual… La locura de mañana no estará tanto en Moscú como en Manhattan”.

-¿Y la actual aversión a la moral cristiana? “Un fanatismo extraño llena nuestro tiempo: el odio fanático a la moral, especialmente a la moral cristiana” (1909).

-Sobre el aborto y la manipulación genética, en 1937: “Se permitirá al gobierno y a los expertos, sin juicio o discusión, disponer de las generaciones de no nacidos con la ligereza de los dioses paganos”.

-¿Qué habría dicho del divorcio exprés introducido por José Luis Rodríguez Zapatero? “El efecto obvio de un divorcio frívolo es el matrimonio frívolo”.

-¿Y de la ideología de género y el feminismo? “Cada sexo está intentando ser los dos sexos a la vez; y el resultado es una confusión más falsa que cualquier convención”.

-También critica la gran hipocresía social: “El mundo a nuestro alrededor ha aceptado un sistema social que niega a la familia. Ayudará a veces al niño, en lugar de a la familia; a la madre, en lugar de a la familia; al abuelo, en lugar de a la familia. No ayudará a la familia” (1930).

-Y ahondando en que “la tendencia actual de la reforma social parece que consiste en destruir todo rastro de los padres”: “Borrarán la antigua autoridad parental. Su lugar no lo va a ocupar la libertad ni la licencia, sino la autoridad mucho más supresora y destructiva del estado” (1928).

Un volumen muy completo y rico
Además del citado trabajo de Ahlquist, en Chesterton de pie encontramos colaboraciones de otros expertos internacionales como su biógrafo Joseph Pearce, o Aidan Mackey, fundador del G.K. Study Centre, así como de una pléyade de estudiosos españoles que, junto a los anteriores, abordan puntos concretos de la vida y obra de Gilbert Keith.

Entre otros, Emilio Domínguez Díaz explica, por ejemplo, las razones personales que retrasaron durante al menos veinte años la conversión de Chesterton al catolicismo, que no se produjo hasta 1922 y que continúa siendo uno de los puntos más debatidos en la biografía del maestro. Belén Rincón García recuerda las tres veces que estuvo en España (1926, 1928 y 1935) y analiza la primera, un periplo por Madrid donde fue presentado por Ramiro de Maeztu y a una de cuyas conferencias asistió la reina Victoria Eugenia. O Juan Pablo Serra analiza Manalive [El hombre vivo], de la cual habrá pronto adaptación cinematográfica, en la perspectiva de la conversión por el asombro, es decir, la visión mística de Chesterton sobre el mundo y su impacto en el carácter, el conocimiento y la moral.

Fuente: Radio Cristiana

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