EL PÁNICO COMO VÍA DE CONTINUISMO
La presidente Cristina de Kirschner
La presidente Cristina Fernández cumplirá en breve 2.500 días al frente del gobierno nacional, en los cuales se sujetó rigurosamente a trasmitir mensajes cargados de enojo, intolerancia, violencia y amenazas, dentro de un cuadro de arrogancia y respaldada en un realismo mágico debilitado cada vez más por la crudeza de las circunstancias.
Benjamín Franklin dijo que “lo que empieza con cólera acaba en vergüenza” y como agregado recordamos una sentencia de Georg Christop Lichtenberg: “Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen les pierden el respeto”.
En una sociedad sometida a mendacidades, proclamar verdades suena revolucionario y el derrumbe de la moral como sostén de la política hace que la honestidad se califique como un acto de valentía.
El día del lanzamiento al espacio de nuestro ARSAT-1, hábilmente aprovechado por la presidente para incorporarlo a su haber político, en el Consejo de la Magistratura se desencadenaron fuertes protestas de indignados ciudadanos porque el kirchnerismo hizo todo lo posible por evitarle un jury a un juez que agravia al Poder Judicial con fallos irritantes. Varios asesinos con condena firme fueron liberados por Axel López y terminaron reincidiendo con nuevos crímenes.
En una de sus habituales y desgastante prédicas haciendo uso y abuso de la cadena nacional, la mandataria se refirió al hecho tecnológico espacial que no le pertenece a ella sino a todos y cada uno de los argentinos (nunca le llamó la atención la formación de alta excelencia de nuestros científicos cotizados en todo el mundo y los logros en materia de física nuclear y desarrollo espacial que ostentamos).
Hubo una frase cargada de soberbia y agresividad donde se preguntó: “si no hubiera ganado en 2007 y en 2011 ¿tendríamos hoy el ARSAT-21 en el espacio? Imposible de responder este interrogante aunque si ella considera que su ausencia hubiese significado un adormecimiento de la investigación tecnológica y científica nacional, está ignorando muchos avances obtenidos sin su aparición en la política. Con ella o sin ella los talentos argentinos enorgullecen a la Nación. Cinco Premios Nobel hablan por sí solos.
Poco tardó la prensa en revelar que en realidad este acontecimiento espacial marca K, calificado como histórico, es el noveno lanzamiento satelital efectuado por nuestro país, según datos proporcionados por la Asociación Argentina de Tecnología Espacial con citas precisas que nadie atinó a acercarle a Cristina, llevándola a cometer su blooper por televisión.
Pero su convite a ejercitar el arte de la suposición, nos impulsa a afirmar que si ella no hubiera ganado en 2007 y 2011, muy posiblemente hoy tampoco tendríamos alta inflación, recesión, caída de las reservas, cepo cambiario, enfrentamientos con el campo, saldo negativo en la balanza comercial, caída del PBI, déficit fiscal, inédita corrupción y un virtual desfalco del Estado en perjuicio del salario de los trabajadores castigados por un inicuo Impuesto a las Ganancias que no actualiza el mínimo no imponible desde hace 14 años. Esto demuestra que la verdadera “cadena del desánimo” se origina y dispersa desde la Casa Rosada.
Cuando CFK aclara con picardía que el lanzamiento satelital no se podrá derogar, dice la verdad, pero si nos aferramos a su expresión, podríamos recordarle que tampoco se podrán derogar sus incumplidos fallos de la Corte Suprema que le ordenaron reponer al Fiscal santacruceño Eduardo Sosa, respetar el equilibrio en la concesión de pautas publicitarias oficiales y disponer el 82 % móvil para todos los pasivos sin empujarlos a litigar largos años.
Haber apelado como manotazo salvador a la instalación del miedo, denunciando que cualquier opositor que gobierne después de ella anulará planes sociales y subsidios de toda índole, es una ruindad descalificadora. La presidente se olvida de que cuando Elisa Carrió diseñó el proyecto para establecer la Asignación Universal por Hijo, lo pensó para las cámaras del Congreso dándole fuerza, seguridad y estabilidad. Pero Cristina le birló la idea y mediante un decreto se quedó con el mérito. No pocos advierten que esta norma es muy vulnerable y si alguien la derogara con otro simple decreto será porque la mandataria dejó expedito el camino para ello. Si el gobierno presupone que la oposición derogará el beneficio, ¿por qué no utiliza su mayoría parlamentaria para darle rango de ley? ¿O por qué no intentarlo los opositores?
El kirchnerismo es creador y protagonista de su propio Apocalipsis y generador de los peores miedos a futuro, habida cuenta de las barbaridades salidas del poder. Ese poder sabe muy bien que la evolución del costo de vida se mide mediante sistemas que pueden ser confiables o no. Pero en el fondo la mejor y más contundente de las mediciones la siguen teniendo el mostrador, la góndola y la vidriera. El gobierno cree infantilmente que retocando la tomografía se puede eliminar el problema y evitar la cirugía.
Afirmar que no se otorgará un plus salarial porque no ha habido pérdida del salario real, es un descaro vergonzoso. Los empresarios –muy realistas ellos– dicen no tener problemas, pero al gobierno esta actitud lo incomoda porque los agentes públicos demandarán igual trato. El gobierno morirá haciendo la suya: negando la alta inflación aunque se estrelle contra la contundencia de las cotidianas vicisitudes. Los guarismos del Presupuesto 2015 aprobados casi a libro cerrado, son una afrenta para el buen sentido y la responsabilidad.
El ministro de los grandes manejos Julio de Vido, admitió que vendrán nuevas reducciones en los subsidios a las tarifas y los planes, de modo que el cataclismo vaticinado por La Cámpora y atribuido canallescamente a la oposición, tendría sello K y si ocurre en un año de comicios es dable suponer cuan incontrolable se ha tornado la situación. Los practicantes de sibilismo que habitan alrededor de la pitonisa mayor, deberían moderar sus profecías.
En la dilata gestión de Cristina, no se le recuerda un solo discurso apaciguador, pacificador o conciliador. Sus mensajes se han alimentado con el odio, con el desprecio por el pensamiento ajeno y el culto por la intolerancia, el relato falaz y la artera descalificación pública a quienes discrepan con su modelo.
Es una suposición razonable que tras el cambio de autoridades queden latentes los huevos de la serpiente, en forma de “topos” dinamitadores del futuro gobierno y de ello da cuenta el copamiento de organismos sensibles del Estado por militantes adiestrados para entorpecer al gobierno que herede al kirchnerismo. El indetenible proceso de designación de miles de agentes en la Administración Pública inflando el gasto público, es claro indicio de los tiempos que pueden sobrevenir. Como el novio despechado que, abandonado por su novia en vísperas del casamiento, le desfigura el rostro diciéndole “si no eres para mí no serás para nadie”.
La dura complicación que sacude al gobierno es confesarle al país y en especial a sus huestes que proclaman “Patria o buitres”, que finalmente se va a pagar bajo las condiciones de los holdouts. Esto sumirá a los militantes en el desconcierto y hará que huela a rancio el pastel ideológico que la repostería oficial elaboró.
