Debate por reforma del Código Penal no incluiría la participación de la sociedad civil
Sin embargo, se introducen cambios en los que la sociedad civil no puede estar ausente, como la despenalización del consumo de drogas y los casos de abortos "no punibles" (abren la puerta al aborto).
(ArgentniosAlerta.org) Pronto se estarán debatiendo los impulsos neuróticos del ‘modelo’ por efectuar cambios en el Código Penal de la Nación, tratando -en forma evidente y manifiesta- de asegurarse más impunidad (pues ahora la tiene), pero más que nada, consolidando un esquema ‘ideológico’ que va dirigido a terminar definitivamente con el orden republicano.
Los que hemos asistido a otras reformas por el estilo (por caso el Código Civil o bien del Poder Judicial), para el sistema represivo se ha empleado la misma metodología basado en el bombardeo publicitario previamente diseñado y que implanta varias ‘ideas fuerza’ que distraen al público de la verdadera reforma que se persigue.
Es de destacar, para empezar, que se hace hincapié en que el proyecto de reforma al Código Penal lo ha formulado una ‘comisión de juristas’, con lo que se pretende cerrar la puerta a cualquier oposición de los ciudadanos contra quienes se hará valer el prejuicio que poco saben en relación a ‘juristas’ renombrados. Como siempre, el ‘poder’ de ‘quien lo dice’, evita la discusión sobre ‘lo que dicen’ (Si lo ‘dice’ Zaffaroni, seguro que está bien. Gran error.)
La comisión la presidió el juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni y la integraron el ex camarista federal y ex jefe de la bancada radical de Diputados Ricardo Gil Lavedra, el también ex camarista federal y ex ministro de Justicia y Seguridad bonaerense León Arslanian, el macrista y jefe de los diputados PRO Federico Pinedo, y la ex diputada socialista María Elena Barbagelata.
Pero el Pueblo argentino, ahora más desconfiado a fuerza de descubrir las falacias y mentiras (comenzando con el famoso ‘nacional y popular’ montonero) de un gobierno claramente ineficiente, empieza a sospechar que esta bomba de jabón es un producto del marketing y la publicidad, único servicio (por cierto, no público) que se presta con eficiencia. Si lo impulsa el gobierno, seguro que es perjudicial.
Toda la reforma lleva dos objetivos a cuales más graves: legalizar el aborto ‘producto’ de una violación (nótese que se ha vuelto a emplear el término -más repulsivo- después de años de utilizarse el estúpido “abuso sexual con acceso carnal” que llevaba otra intención); y despenalizar el consumo de drogas.
Sin embargo, este designio se presenta livianamente como parte de una ‘gran’ reforma de aspectos sustanciales, llevándonos a discutir otras cuestiones menores que, además, no tienen cambios reales y en más de las veces, se avanza sobre cuestiones no delegadas a la Nación por las provincias. Como siempre, ‘cambiar para que nada cambie’.
¿Sin participación de la sociedad civil?
Por considerarla la voz oficial de ese gobierno ‘nacional y popular’, hemos tomado como referencia la publicación digital de Página 12, en algunas de sus presentaciones, y ya debemos ponernos en alerta por cuanto, según la periodista, “en el Congreso ya comienzan a diseñar un esquema de consultas para el debate, aunque a diferencia de la reforma y unificación del Código Civil y Comercial, las audiencias serían más específicas y no incluirían al conjunto de la sociedad civil…”, ¿Por qué?
Como dijo el diputado macrista integrante de la comisión (Fedirico Pinedo) “…el Código Penal es un sistema de valores para la convivencia de un país y cuando se trasgreden esos valores las penas son más grandes y esas penas deben ser cumplidas”.
Las Leyes de todo orden deberían reflejar un ‘sistema de valores’ que haga posible la convivencia.
El Código Penal, muy básicamente y para que se entienda, avisa a todos los ciudadanos que, en caso de transgredir o atacar ese ‘sistema de valores’ (la vida, la propiedad, la fe pública, la transparencia y corrección de sus funcionarios, etc.), se hará pasible de una sanción, por que el resto de la comunidad quiere vivir en paz y progresar. Regula la convivencia en sociedad.
Si para la reforma proyectada del Código Civil -que regula las relaciones privadas de las personas-, se convocó a toda la ciudadanía a opinar; con mucha más razón debe convocarse al ‘conjunto de la sociedad civil’ a opinar sobre -nada más y nada menos- una cuestión esencial para la seguridad pública.