Cierre de gobierno en EEUU, resultado de una lucha ideológica
Barak Obama
El inicio de octubre también trajo el cierre de gobierno parcial en Estados Unidos; hecho histórico pues desde hacía 17 años que esto no ocurría. Lo anterior luego de que el Congreso se negara a aprobar el presupuesto federal dejando así a cerca de 800 mil empleados federales sin trabajo ni sueldo hasta que demócratas y republicanos de las cámaras lleguen a un acuerdo con el presidente Barack Obama.
Hasta ahora, museos, parques nacionales, Estatua de la Libertad y oficinas como la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) permanecen cerradas con excepción de la Guardia Costera, militares activos y los departamentos de Defensa y Seguridad Nacional y todo porque los republicanos del Congreso y Obama no logran conciliar sus diferencias y llegar a un acuerdo para la aprobación del presupuesto federal. Pero, ¿qué hay de fondo?
El origen de este lío que ahora tiene a las bolsas de todo el mundo a la baja por la expectativa, es que el Partido Republicano, mayoritario en la Cámara de Representantes, se negó a aprobar el presupuesto federal a menos que Barack Obama aplazara la entrada en vigor de su polémica ley sanitaria mejor conocida como “Obamacare”. El mandatario se opuso y el resultado ya lo conocemos; el cierre de gobierno parcial federal.
En 2011 la “Obamacare” fue aprobada y entre otras cosas propone que unos 30 millones de estadunidenses con ingresos inferiores a 28 mil dólares anuales puedan tener acceso a un seguro de salud proporcionado por el Estado. Sin embargo, el Partido Republicano, encabezado por el Tea Party, el sector más conservador se niega a la aplicación de dicha ley, entre otras cosas por dos poderosas razones:
La primera de ellas es que obliga a la empresas con más de 50 empleados a que proporcionen seguro médico a todos sus empleados de tiempo completo; medida que criticó el republicano Marco Rubio al argumentar que los empleadores no tienen los recursos suficientes para aplicar las medidas propuestas por Obama.
Y la segunda razón de peso, en donde también han participado activamente diversas denominaciones religiosas, es el rechazo a la ley sanitaria porque ésta obliga a que todos los empleadores proporcionen a sus trabajadores un seguro de salud que les cubra anticoncepción y aborto.
Pese a que de este punto quedan excluidas las organizaciones religiosas, el problema es que muchas de las compañías americanas son dirigidas por empresarios que profesan alguna denominación religiosa cuyos preceptos se oponen a la anticoncepción o al aborto. Y es que aunque los empleadores que se encuentren en esta situación argumenten objeción de conciencia, el Estado los obliga con la “Obamacare” a proveer los servicios anteriormente mencionados o de lo contrario los multará por día.
Para muestra lo que sucedió con la empresa Hobby Lobby a principios de 2001. La compañía líder en la industria de artesanías y arte, decidió desafiar la medida del gobierno federal y éste la obligó a pagar multas de hasta un millón de dólares por día. Finalmente, y luego de un juicio legal en la que la compañía demandaba al Estado por violar sus derechos de libertad religiosa, garantizados en la Primera Enmienda de la Constitución, Hobby Lobby ganó y no se vio obligada a pagar.
La polémica “Obamacare” reunió a católicos, protestantes, ortodoxos, judíos y musulmanes cuando el año pasado firmaron la declaración “Unacceptable” en la que mostraron su rechazo a la medida que obliga a empleadores a pagar seguros que cubran anticoncepción, esterilización y fármacos abortivos.
El doctor Jorge Traslosheros Hernández, señaló que la libertad religiosa es un derecho humano que toda persona tiene “de asociarse y vivir su propia cultura, y si su cultura es una cultura religiosa pues tiene derecho a vivir a través de ella y manifestarse así en público y en privado, de educar a sus hijos en esa religión, manifestarse y participar de la vida pública a partir de aquello que lo constituye como un ser humano, que sería en este caso sus más profundas prácticas y creencias religiosas”.
Por lo anterior, el especialista cree que actualmente se tiene una ofensiva a todas luces muy grave, “sobretodo a la cultura norteamericana en donde la sociedad civil se considera debe estar protegida siempre de los abusos del estado, pues tenemos políticas públicas que se promueven con mucha virulencia que están comprometiendo la conciencia de muchos norteamericanos, principalmente identificados con sus principios religiosos”.
Por su parte, el poderoso lobby abortista ha apoyado con gran ahínco la reforma sanitaria de Barack Obama, pues recordemos que para la reelección del Presidente, Planned Parenthood donó 1.7 millones de dólares para apoyarlo y el gobierno federal les respondió el gesto cuando el año pasado la compañía recibió más de 540 millones de dólares.
Ante la grave situación del cierre de gobierno, que ya vemos no sólo es un problema económico, sino ideológico, Estados Unidos podría enfrentar un octubre rojo pues el 17 de octubre, la nación se encontrará en el techo de endeudamiento a menos que el Congreso amplíe ese endeudamiento por encima de los 16.7 billones de dólares, de lo contrario, el Gobierno federal se encontraría únicamente con 50 mil millones de dólares incapaces de hacer frente a las deudas contraídas y por demás está decir que los países en vías de desarrollo también se verían afectados ante una posible recesión del país más poderoso como lo ocurrido en 2009.