Atacan la Catedral de Córdoba con pintadas ofensivas y botellazos
Catedral de Córdoba, pintada y orinada
Manifestantes que reclamaban la derogación del Código de Faltas de la ciudad de Córdoba descargaron su furia contra la Catedral el pasado miércoles 20 de noviembre.
La pintaron, orinaron en ella e intentaron entrar para destruirla según informan los agentes policiales allí apostados. Tres mujeres policía fueron atacadas a botellazos según informa Cadena 3. Dentro había un grupo de familias con hijos pequeños.
El atentado contra la catedral se registró en momentos en que en su interior se realizaba un festival de coro con alumnos de primaria y secundaria. Los padres y la policía forcejearon con los vándalos para cerrar los portones y evitar mayores daños.
Sergio, padre de uno de los niños participantes en el certamen, en diálogo con Cadena 3 señaló que junto a un grupo de padres y la Policía lograron cerrar los portones del templo para evitar mayores destrozos. «Arrojaban botellas y los vidrios llegaron hasta el interior donde estaban los chicos», aseguró.
Los manifestantes pedían «el cese del Estado Policial, la libre circulación y expresión de los jóvenes, el acceso real a derechos básicos, la participación e inclusión en la toma de decisiones».
Nuestra Opinión
El silencio de algunos medios se hace ensordecedor.
La pregunta que nos hacemos es ¿qué tiene que ver el Código de Faltas provincial, con la quema de la Iglesia mayor de los católicos cordobeses? Salvo 'nada', no existe otra respuesta coherente.
Resulta evidente, entonces, que la derogación del Código de Faltas provincial no era el motivo de la protesta, sino sólo un ardid para justificar un ataque más a la Iglesia Católica y van...
Muchos escuchamos la voz del Salvador que nos increpa: "Se los dije"; y nosotros seguimos sin escuchar.
Cuando la jerarquía reaccione y pierda el miedo a las mayorías desbordadas, posiblemente sea ya muy tarde. Necesitamos que los pastores se preparen a pastorear en los duros momentos que se avecinan pues es esto que está pasando en muchos lugares de la Argentina y que se denuncia desde algunos medios colegas, es sólo el comienzo de una persecución por odio a la Fe.
