POLÍTICA Martes 9 de Julio de 2019

LA ‘GRIETA’ ES PARA LOS INGENUOS

17_colageelecciones.jpg La misma cosa

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Las próximas elecciones de término medio, serán un adelanto bien calculado por el Nuevo Orden Mundial –literalmente dueño de la Argentina-, para hacer los ajustes necesarios en las definitivas de octubre.

Nos queda en claro que el verdadero poder político no depende de las elecciones para presidente ni para legisladores; y que la llamada ‘grieta’ no es más que la parte de una planificación bien pergeñada, para mantener una división ficticia de los argentinos.

A ninguno de los candidatos, salvo muy contadas excepciones, les importa un comino la Patria ni nosotros, los ciudadanos. Todos, inexorablemente, están ‘elegidos’ y han rendido el examen de ‘admisibilidad’ que se requiere para obtener el visto bueno de los poderes internacionales, asegurándose su sometimiento y pertenencia; aún a costa de mentir cínicamente a los votantes, manteniendo la famosa grieta que, en realidad, cumple una función meramente electoralista. En base al miedo por uno de los lados, se direcciona psicológicamente hacia el otro.

Como diría Ghandi, efectivamente, “aunque la verdad esté en minoría, sigue siendo la verdad”. Y como lo expresa muy bien el dicho popular, la ‘mentira tiene patas cortas’, aunque por ahora, sigue caminando.

No existen para los que nos sentimos verdaderamente argentinos y el estado caótico de la Patria nos duele, una opción viable o aceptable salvo, como dijimos, algunas honrosas excepciones, aunque el ‘sistema’ nunca va a dejar que accedan de alguna manera a una ínfima cuota del poder político relevante.

Sabemos que la inmensa mayoría de nuestros conciudadanos, se dejan arrastrar por la publicidad y propaganda (terriblemente costosa), adobada por los medios masivos de información –en muy pocas y tendenciosas manos-, que siempre están atentos a promocionar toda la porquería e inmoralidad que proponen la ideología de género, forma abyecta que pudre la moral de todos, pero especialmente los más jóvenes.

Somos de la idea que la regla del ‘mal menor’ –por otra parte- rige para los casos en que los candidatos digan la verdad y se sometan sinceramente a un proceso electoral limpio y exento de trampas. Si no dicen la verdad de sus intenciones, evidentemente no podemos discernir sobre quien nos puede medianamente representar y nuestra voluntad de voto se encuentra viciada.

Significa, a no dudarlo, un gran esfuerzo para los ciudadanos, tener que definir su voto. Pues no podemos creer, ni mucho menos, que los actuales candidatos con mejores encuestas, van a traer alguna solución. Son los mismos que nos han traído hasta este estado de degradación moral y política que sufrimos.

El esfuerzo debe consistir en tomar la inmensa responsabilidad de seleccionar a los depositarios del voto, conforme a criterios en los que no se incluyen el fanatismo y las ‘tendencias’ ovejunas que nada tienen que ver con la tenebrosa realidad; ni puede asentarse en alguna de las partes de la ‘grieta’.

Debemos dejar de ser ingenuos: Ambos lados de la grieta, son la misma cosa con un mismo origen, protegen los mismos intereses foráneos e impulsan la misma degenerada ideología. Nosotros caminamos por debajo de la grieta. Estamos dentro y no arriba en uno de los dos lados.

Las discusiones políticas de café, no pueden seguir alentando fanatismos y divisiones. Debemos empezar a discutir qué queremos para las generaciones futuras, dejando nuestro inaceptable individualismo; aceptando que hemos recibido como herencia, la creencia en una serie de valores absolutos, que nunca dejarán de ser válidos ‘hasta el fin de los tiempos’.

Por nuestra parte, pensamos que este sistema ‘dinerocrático’ se encuentra en una verdadera crisis terminal (no sólo argentina, sino en todo el mundo) y pronto a desaparecer para una inmensa mayoría de todo el mundo, que nos vamos dando cuenta de la perversidad del Nuevo Orden Mundial.

Debemos dejar de preocuparnos por el ‘dios dinero’ y la ganancia fácil, y pensar en una segunda república en donde aquellos valores absolutos vuelvan a ser respetados y cobren de nuevo su validez.

La palabra clave es ‘nacionalismo’ sin ‘zeta’, ni ‘ese’, ni ‘e’; que es amor a la Patria en donde nos ha puesto Dios, llenándonos de todas las bendiciones posibles.

Debemos luchar por un sistema que premie el trabajo y castigue la corrupción. Robar una cuchara, tanto como millones de dólares de la obra pública, siempre va estar mal. Matar, y si es un inocente peor, es un crimen horrendo que no podemos aceptar bajo ninguna excusa, concepto o ideología. Nadie sobra en la Patria ni en el orbe entero. Con nuestras virtudes y defectos, todos somos necesarios.

Y quienes estén con la ideología de la muerte o con licencia para robar desde la función pública, no son dignos de recibir el voto de la mayoría silenciosa, trabajadora y honesta. Hay que entenderlo de una buena vez y dejar de encontrar justificaciones que en la discusión política, generalmente, son nada más que apreciaciones subjetivas que sólo sirven para apuntalar la soberbia y el orgullo, con cero autocrítica u objetividad. ¿Cómo puedo equivocarme o ser engañado? Ésa es la pregunta que se hacen los ingenuos. Todos nos equivocamos y mucho; y todos somos estafados por los que nos prometen estabilidad y terminan haciendo todo lo contrario.

Y el tiempo se nos pasa y cada vez estamos peor, económica y moralmente. Es inútil creer que vamos a vivir eternamente o que nuestra sola opinión y sentimientos partidarios, van a poder cambiar significativamente el estado de cosas.

Tendríamos que pensar seriamente la forma de sacarnos de encima los personeros de la debacle que nuevamente se presentan a elecciones, como si nada pasara. Nos siguen mintiendo e ingenuamente seguimos creyendo.

Debiéramos entender que no existen ‘salvadores’ que nos liberen de nuestras responsabilidades y que luego nos desilusionan con su corrupción que, para colmo, siempre es peor que la administración anterior. Porque Salvador sólo va a existir uno y se hizo hombre en Belén hace más de 2000 años.

Finalmente, les pido a los lectores que empiecen a darse cuenta que el Nuevo Orden Mundial pretende un ‘orden’ sin Dios, colocando al ser humano en su lugar. Lo están logrando y, sin dudarlo un instante, sufriremos mayores tribulaciones y mayor oscuridad.

Y ése ‘orden mundial’ que define las leyes en las logias secretas y nombra a los jueces, evidentemente tiene todo el poder económico. Pero creo que se hace cierto aquél ‘no tengan miedo’; pero significa tomar conciencia primero y enfrentarlo con coraje. Estamos inmersos en una guerra silenciosa, pero guerra al fin. Y quien se crea el más inteligente y ‘vivo’, si no advierte esto, no deja de ser un gran ingenuo.

 

Autor: Dr. LUIS FERREYRA VIRAMONTE - Director

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