EL CAJERO
En su famosa carta póstuma, el financista Suau había denunciado que dos importantes funcionarios municipales cobraban una coima de 400 mil pesos. Según el texto, serían Juan Pablo Díaz Cardeilhac, secretario de Tránsito y Transporte del municipio, y Juan Pablo Ostanelli, secretario privado y amigo personal del intendente Mestre.
Fuente: Revista 23
“La monetización de cheques en negro supera los dos millones de pesos diarios, llegó a ser cercana a los 5 millones en la época red bus estando comprometido en esto la Municipalidad de Córdoba, con las gestiones del anterior intendente Giacomino y el actual Mestre (…) esta operación supera los tres millones diarios y el señor Díaz Cardeilhac recibe una coima mensual de 400.000 pesos por no controlar la cuenta recaudatoria de la municipalidad y Siemens Atos, este monto nos fue solicitado en su momento en forma personal a nosotros por una tal Juan Pablo Ostanelli y el nombrado Díaz Cardeilhac, el intermediario y negociador de Siemens es el señor Fernando Gaviglio”, relata textualmente, con lujo de detalles, el financista Suau en su carta.
“Es una gran infamia y una gran mentira de una persona que hoy no puede dar explicaciones, pero que si estuviese, estaría imputado por haber estafado a miles de cordobeses”, dijo al respecto el secretario de Transporte Díaz Cardeilhac, un funcionario de vasta trayectoria en la gestión pública, quien sin embargo reconoció la existencia del contrato entre CBI y Siemens-Atos. “Les di la orden a mis funcionarios de ponerse inmediatamente a disposición de la Justicia”, dijo por su parte Mestre, tras un largo mutismo, y luego de un largo viaje “comercial” por Rusia, para comprar una decena de trolebuses que luego se supo se fabricarían también en la Argentina, viaje que el intendente emprendió junto a su secretario privado Ostanelli.
Sobre el controvertido secretario privado del intendente radical, lo propio sostiene el senador del FAP Luis Juez, ex intendente de la ciudad de Córdoba, quien hace un tiempo había señalado que, con Mestre, “había vuelto el peaje”, y que ahora, a raíz del escándalo de la financiera-CBI, condicionó el acuerdo político que su fuerza estaban tratando de alcanzar con el radicalismo. “El intendente (Mestre) sabe que nosotros tenemos pruebas de que funcionarios de su extrema confianza están muy involucrados con el manejo irregular de fondos públicos, y que eso no sólo es un impedimento para cualquier entendimiento en el futuro, sino que nos inhabilita para seguir conversando con ese sector del radicalismo”, aseguró Juez, quien sobre los cobros de “peajes” reveló públicamente que fueron 12 millones de dólares a la empresa Siemens Atos. Estos funcionarios son los dos Juan Pablo: Díaz Cardeilhac y Ostanelli.
Por este motivo, el jueves pasado, en la primera sesión ordinaria del año, el concejal juecista Estaban Domina, con el respaldo de los bloques Eva Duarte (Riutort) y Unión por Córdoba (delasotismo) presentó un pedido de informe para conocer detalles de la vinculación de la municipalidad con la financiera CBI-Cordubensis. “Datos recientes indican que la recaudación de Red Bus se cambiaba por cheques que, según esas fuentes, se depositaban en la cuenta de transporte del municipio en el Banco de Córdoba, aprovechando que se trata de una cuenta exenta de impuestos. De corroborarse lo hasta aquí manifestado, estaríamos frente a hechos graves de corrupción que afectan al erario público, ya que la recaudación del transporte urbano de pasajeros habría sido objeto de maniobras financieras ilegales, supuestamente con participación, por acción u omisión, de funcionarios municipales”, fundamenta el concejal Dómina en su pedido, que abre más la brecha entre el radicalismo y el FAP.
Por esta razón, Ostanelli fue el asesor principal de Mestre cuando este llegó en el 2009 al Congreso nacional, para ocupar su banca como senador. De hecho, los dos supieron usar al Congreso no para hacer gestión pública, sino para disfrutar placenteros viajes como el que compartieron hace poco en Rusia. Uno de estos fue a mediado del 2010, cuando Mestre, junto a Ostanelli y Marcelo Cossar, actual viceintendente de la ciudad, participaron de todas las fiestas programadas del lanzamiento de la temporada invernal de Termas de Río Hondo; fiestas a la que asistieron por invitación del gobernador de Santiago del Estero Gerardo Zamora, un radical K, íntimo de Mestre y Ostanelli.
Claro que antes de ser asesor de Mestre, Ostanelli ya conocía las sabrosas mieles que arroja el poder, dado que hasta el 2009 él había sido asesor en el Senado del ex senador kirchnerista Roberto Urquía, dueño de la aceitera AGD y uno de los principales lobbistas de las cerealeras.
Los lazos son tan estrechos que en enero del 2012, pocos días después de asumir la intendencia, Ostanelli acompañó a Mestre y a su viceintendente Cossar a la ciudad de Carlos Paz, a la inauguración del lujoso Teatro Luxor, que abría con la obra Stravaganza de Flavio Mendoza. Para la ocasión, Mestre llegó al teatro en un Porsche deportivo –sin patente– propiedad de Máscolo, el joven empresario cordobés señalado por Riutort de ser el otro “cajero” del intendente.
Esta ligadura entre el intendente de Córdoba, su secretario privado y el viceintendente se ve reflejada en los negocios que Marcelo Arnolfo Cossar mantiene con Ostanelli. Ambos son socios de la firma Juanmar S.A., creada oficialmente el 17 de julio del 2008, cuyo nombre surge de los primeros nombres de cada uno: Juan (Ostanelli) y Marcelo (Cossar). Juanmar S.A. tiene una duración de 99 años, su presidente es Ostanelli, y según el Boletín Oficial, su objeto social es “la producción, industrialización, fraccionamiento, envasado, compra, venta, importación, exportación y distribución (…) de todos tipos de productos de harina, tortas, helados, dulces, confituras, bombones, comidas, bebidas, jugos, productos químicos relacionados con la alimentación”; “la explotación de confiterías, casas de té y panaderías”, y la “organización, asesoramiento y atención de hoteles y moteles, salones de fiesta, restaurantes, confiterías, pizzerías, bares y casas de comidas. Y servicios de gastronomía y delivery”.
Esta sociedad compartida con Cossar no es poco para Ostanelli, un joven de apenas 41 años, cuya carrera básicamente se forjó al calor de la función pública. Tampoco la única. El 16 de julio del 2008, un día antes de fundar Juanmar S.A., el secretario privado de Mestre creó también Jucema S.A., una firma que tiene casi el mismo objeto social que Juanmar S.A. En esta otra empresa, Ostanelli fue vicepresidente y director suplente. Sus socios son Mariano Adolfo Monti, ex empelado de la AFIP y actual titular del estudio contable Fowler & Monti, y César Ignacio Moraña, actual director titular y presidente la firma Somil S.A., que en Córdoba explota las franquicias de Cardón, Dulcerías y Caffeto, cuyo negocio debe controlar la Municipalidad de Córdoba capitaneada por Mestre y Cossar.
Lo curioso es que todo este explosivo desarrollo de Ostanelli, tanto en su actividad privada como pública, no parecen reflejarse en su declaración jurada de bienes, que presenta sugestivas omisiones. Según se puede observar en la página web del municipio (http://transparencia.cordoba.gov.ar/declaraciones-juradas ) actualmente Ostanelli dice tener sólo un patrimonio de 1,3 millones de pesos. Este se compone por 544 mil pesos en “embarcaciones y aeronaves”; 518 mil en “otros bienes” que no especifica; 200 mil pesos en “inmuebles”, valor que sólo tendría un terreno baldío en un punto alejado de la ciudad, y 14 mil pesos en “sociedades comerciales de capital” que corresponderían aparentemente a Jucema S.A. y Juanmar S.A.
El problema con la declaración jurada de Ostanelli es que como lo exige la ley, la misma no tiene fecha de presentación, carátula, ni firma del declarante, omisión que viola abiertamente las ordenanzas 11.249 y 11.270 que regulan su presentación, y que no tiene las declaraciones de otros funcionarios. Esta ordenanzas establecen además que la falta de información en las declaraciones juradas puede dejar al funcionario inhabilitado por el término de cinco años para ejercer cargos públicos, y que al contestarse alguna omisión, hay que dirigirse al presidente del Tribunal de Cuentas o al presidente del Concejo Deliberante, es decir el viceintendente Cossar, socio de Ostanelli, sindicado de ser el cajero de Mestre.
Fuente: Revista 23